El presidente ruso, Vladímir Putin, promulgó ayer la controvertida ley que contempla multas para los usuarios por la búsqueda de material extremista en internet y que ha sido criticada incluso por personalidades vinculadas al Kremlin.
Putin firmó el documento después de que éste fuera aprobado por ambas cámaras del Parlamento, la Duma y el Senado, con el apoyo del partido del Kremlin.
La búsqueda, que acarrea multas de entre 3,000 (35 dólares) y 5,000 rublos (55 dólares), puede realizarse con la ayuda o no de servicios VPN.
De hecho, Putin firmó hoy otra ley en la que considera un agravante la comisión de un delito con el empleo de una VPN, aunque las autoridades insisten en que, en ningún caso, se prohibirá su uso.
Con respecto a la primera ley, los diputados que la aprobaron aseguran que “no hay nada que temer, si uno no se dedica a buscar deliberadamente materiales extremistas”.
El Ministerio de Justicia estima en unos 5,500 los materiales considerados extremistas, el último de los cuales incluido el miércoles en la lista son las memorias del fallecido líder opositor, Alexéi Navalni.
Putin se reunió la pasada semana con el ministro de Desarrollo Digital, Maksut Shadáev, para entender el alcance del documento.
“En la práctica las fuerzas de seguridad demostrarán que hubo intención y que el usuario sabía de antemano que esos materiales extremistas estaban incluidos en el registro”, le explicó el ministro.
“no buscar y no pensar”
Sus detractores han comparado la ley con la novela “1984” de George Orwell, ya que consideran que ésta persigue a los ciudadanos comunes y corrientes, a los que llama a “no buscar y no pensar”.
“La gente está en contra. En su redacción actual, la ley no es necesaria”, comentó Vladislav Davankov, candidato presidencial por Nueva Gente.
Se sumaron a las críticas Boris Nadezhdin, aspirante a la Presidencia en 2024, y la directora del canal RT, Margarita Simonián.
“¿Bueno qué? Otro instrumento de represión. Otra gota más en el vaso de la paciencia del pueblo”, insistió Nadezhdin hoy en Telegram.
Hasta la delatora más famosa del país, Yekaterina Mizúlina, jefa de la Liga para un Internet Seguro, criticó el documento, ya que -adujo- puede convertir en infractores “a millones de rusos simplemente por buscar y mirar información indeseable”.
“Para infringir la ley bastará con hacer clic en el enlace equivocado y ver algo malo. Sin embargo, los criterios sobre lo que ‘es bueno o malo’ sólo están al alcance de Dios”, comentó.
Según expertos, se trata de la primera vez que las autoridades aprueban oficialmente un castigo por el consumo de materiales prohibidos en la red.
Mientras, otros diputados abogaron por la introducción de cambios en la ley para que las multas no se les apliquen a periodistas y otros profesionales que consultan materiales considerados extremistas por motivos de trabajo.