Aunque lo veas como algo lejano, el polvo del Sahara tiene un impacto directo sobre tu día a día… y sobre tu piel. Cada vez que esta nube de partículas finas llega con los vientos del clima tropical, no solo empeora las alergias respiratorias, también provoca brotes, resequedad, irritaciones y hasta urticarias en la piel.
Conversamos con la Dra. Chantal Hernández, especialista en dermatología y dermoestética del Instituto de Cirugía Especializada (ICE), para entender cómo reacciona la piel ante este fenómeno y qué señales debes vigilar.
Spoiler: si últimamente has notado tu piel más sensible, con picazón o enrojecida, el polvo sahariano podría ser el culpable.
¿De qué forma afecta el polvo del Sahara nuestra piel?
En nuestro clima, cuando llega el polvo del Sahara, no solo afecta las vías respiratorias, ¡también la piel lo siente!
Este polvo está lleno de partículas muy finas que se quedan flotando en el aire y pueden irritar, resecar o incluso causar brotes en la piel, sobre todo en quienes ya tienen condiciones previas de asma, rinitis y dermatitis atópica.
¿Cómo responde la piel a este fenómeno?
Como si estuviera bajo ataque: se inflama, se irrita, puede picar o enrojecerse. Esto provoca que la piel este más sensible, deshidratada y como consecuencia más vulnerable.
Puede causar desde resequedad, picazón y ardor, hasta brotes de acné, eccema o dermatitis. Y en personas alérgicas o con piel sensible, incluso puede desencadenar cuadros de urticarias (ronchas) o empeoramiento de condiciones como la atopía, rosácea, psoriasis y caspa.
¿Cuáles son los síntomas más comunes que las personas pueden notar en su piel durante estos eventos?
Picor, sensación de tirantez, brotes de espinillas y/o granitos, enrojecimiento, descamación, y, en algunos casos, ronchas o irritación parecida a una alergia.
¿Afecta más a ciertos tipos de piel (seca, grasa, sensible)?
Sí. Las pieles secas y sensibles son las primeras en quejarse: se irritan y se resecan rápido. Pero incluso las pieles grasas pueden sufrir brotes de acné o sentir más obstrucción de los poros por la mezcla de sudor y polvo.
¿Puede agravar condiciones preexistentes como dermatitis, psoriasis o acné?
Totalmente. De hecho, muchos pacientes con estas condiciones notan un empeoramiento en los días de mayor concentración de polvo. La piel ya está luchando con inflamación, y este polvo empeora y complica dichos cuadros.
¿La intensidad de los síntomas depende del tiempo de exposición o de la concentración del polvo en el aire?
Ambas cosas. Si hay más polvo y pasas mucho tiempo fuera sin protección, es más probable que la piel lo resienta. Incluso dentro de casa, si no hay filtros o ventilación adecuada, también puede afectarte.
¿Qué rutinas de cuidado de la piel recomienda durante esos días?
Menos es más: limpieza suave, hidratación intensa y protección. Nada de exfoliantes ni productos abrasivos. Refuerza tu barrera cutánea con cremas o sérums hidratantes y no olvides la aplicación de protector solar, de preferencia de textura ligera.